lunes, 24 de septiembre de 2007

MI PADRE NUESTRO

Hoy, te llamo Padre desde este encuentro en el que te he descubierto… 
en lo más profundo de mi ser, de mi alma y de mi corazón; como un Padre que siempre cuida de mí, que me acuna en sus brazos cuando tengo miedo, que se preocupa por mí.

Sé que estás en…
cada sitio, en cada cosa, en una sonrisa, en una mirada, en una palabra; estás en todos, aunque no te veamos.

Reconozco que tu nombre es Santo porque…
has hecho, haces y harás cosas muy grandes en mí, en todos y para todos.

Ven a mí, a nosotros…
ayúdame en mi caminar, a avanzar, a crecer para así poder darme a los demás.

Hágase tu voluntad en mí…
SIEMPRE porque lo que Tú quieres es lo mejor para mí, aunque no lo entienda, aunque no lo comprenda, aunque no sepa por qué.

en el mundo…
para que la paz y el amor estén en todos  y con todos, para que te veamos en las cosas.

Sea tu pan nuestro alimento de cada día…
que nos fortalezca y nutra para seguir adelante en las tareas diarias y en las dificultades, crisis y desiertos.

Perdóname cuando…
me aparto de ti, cuando te abandono, cuando no sigo el camino de amor que Jesús sembró.

Perdónanos por…
las injusticias, odios, rencores y mentiras. Por todo lo que no siembra la paz.

Así como yo quiero…
ser fruto de la semilla que hay dentro de mí y ayudar a los demás a caminar.

Y líbrame de…
la envidia, del  orgullo y de la falta de amor.

Líbranos…
a todos.

Amén, así sea la llamada que hoy me haces a…
seguirte

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